El autodenominado Estado Islámico ha demostrado que no hay enemigo pequeño, y a pesar de los esfuerzos de la coalición internacional, siguen sembrando el terror en cada ciudad ocupada. Como les resulta complicado ganar batallas en terreno abierto, apuestan por el terror dentro de las ciudades, y para ello, nada mejor que las bombas artesanales, las cuáles necesitan de un dispositivo de mando a distancia. Aquí entra en la historia el Nokia 105 de Microsoft, una versión actualizada del Nokia 1280, tiene un precio de $ 20, y aunque esto puede resultar engañoso, el teléfono posee unas muy buenas características ya que está equipado con 800 mAh de batería, es moderadamente a prueba de agua y polvo, cuenta con una capacidad de memoria interna de 8GB y tiene una estructura especialmente desarrollada para durar mucho tiempo. Pero el grupo radical no utiliza estos dispositivos para realizar llamadas ni para entretenerse, pues un informe de inteligencia detalla que estos elementos son utilizados en combinación con explosivos de tipo militar en la destrucción de vehículos, mutilación de patrullas a pie, entre otros objetivos bélicos.
Como era de esperar, el teléfono celular favorito del Estado Islámico funciona para desencadenar de forma remota algunos de sus elementos explosivos. De acuerdo con un informe publicado por el conflicto de Armamento de Investigación (CAR) de los 10 teléfonos documentados en un reciente hallazgo, ocho habían sido enviados a través de un tercero en los Emiratos Árabes Unidos, mientras que dos eran adquiridos en el Kurdistán iraquí. El Nokia 105 es un teléfono muy común en todo el Oriente Medio por ser muy accesible, económico y fácil de utilizar.
Muchos de los artículos que se utilizan para construir los artefactos explosivos se encuentran comúnmente en los alrededores de las obras de construcción y las instalaciones mineras, incluyendo cables de detonación y componentes químicos. Sin embargo, su prevalencia en los entornos aparentemente benignos no ha hecho que sean menos problemáticos. El informe apunta a países como Turquía e Irak como los responsables de canalizar la mayor parte del material IED registrado los informes. «El hallazgo más sorprendente del informe es que el estado islámico es prácticamente autónomo en sus campos de actividad en términos de adquisición de armas y otros productos estratégicos,» dijo James Bevan, director ejecutivo de la RCA.
